
Quién más, quién está menos nervioso por ir al dentista. Pero algunas personas tienen verdadero miedo al dentista. En este caso, estamos hablando de ansiedad dental, que es la condición más grave que llamamos fobia dental, dentistafobia, odontofobia o fobia dental.
El miedo al dentista es un problema muy grave, ya que te impide hacerte revisiones periódicas bucodentales. Incluso si le duele la boca, puede evitar que vaya al dentista hasta que el dolor se vuelva insoportable.
10 consejos para evitar el miedo al dentista:
- Una relación de confianza entre el dentista y el paciente, lo que significa una comunicación fluida. De esta forma, también se puede minimizar la sensación de intrusión o intrusión en el espacio personal. La sudoración, el aumento del ritmo cardíaco, el comportamiento nervioso en la sala de espera o la falta de cooperación durante el tratamiento son algunos de los síntomas de que el paciente está experimentando estrés y ansiedad.
- Acude a la clínica antes de ir a pedir cita. Asimismo, la primera cita debe ser un simple tratamiento o contacto para que el paciente conozca al odontólogo y pueda hablar con él de sus inquietudes y familiarizarse con el entorno.
- Clínica, ambiente agradable. Actualmente, las clínicas dentales se esfuerzan por brindar a los pacientes salas de espera cómodas y un ambiente relajante para los pacientes. Están totalmente adaptados y equipados para prestar servicios dentales a pacientes con movilidad reducida que tienen dificultades para acceder a las clínicas tradicionales.
- En una cita, a primera hora de la mañana es mejor. De esta forma, es menos probable que los pacientes la cancelen y se evitan tiempos de espera que aumentan el estrés y la ansiedad.
- Uso de auriculares. Los pacientes pueden escuchar música para escapar del ruido y el ambiente del consultorio dental.
- Ir acompañado a la cita. Acude con un amigo o familiar para aumentar tu confianza y entretenerte hablando de otro tema.
- Aprenda a controlar su respiración o practique ejercicios para reducir la ansiedad.
- Aceptar la señal de descanso. Antes de iniciar el tratamiento, el paciente puede acordar con el dentista una señal para detener el tratamiento y descansar unos minutos (como levantar la mano).
- En casos más severos, se puede considerar la posibilidad de sedación consciente. El paciente conserva la capacidad de responder a órdenes verbales o estímulos táctiles leves, pero de esta manera, se alivia el proceso de ansiedad que experimentan algunos pacientes con ciertos tratamientos.
- Revisión periódica. Los controles regulares al menos cada seis meses son la mejor manera de ver a su dentista con normalidad y eliminar sus miedos.
Miedo al dentista en niños
Este miedo al dentista suele agravarse si hablamos de los niños. En Bocaboca hemos pensado en esto, y por ello, hemos creado BocabocaKIDS, un espacio adaptado a los más pequeños y con especialistas en odontopediatría en Málaga.
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